The day the earth shook

Acaba de temblar (bueno, no "acaba", ya han pasado 20 o 30 minutos), y mientras pienso en lo poco que significa (pese a que no fue corto, escuché que fueron 25 o 30 segundos), me doy cuenta que, como siempre, no me importa mucho (bueno, en realidad ya lo sabía), lo que me trae recuerdos de una conversación de hace 2 o 3 días en que noté que como el idiota que soy, el 98, 46% de las cosas que ocurren en este mundo no me interesan en lo más mínimo, o sea, ocurren millones de cosas y es imposible saberlas todas, pero a mí todo me parece irrelevante. Me topé con una amiga hace unos meses atrás, me comentaba que todo me daba "un poco de lata, nunca pena o rabia, solo un poco de lata" y aunque efectivamente hay cosas que me enojen o entristescan, son escasísimas, casi no se notan (si hay gente que me importa, entre otras cosas, pero siguen siendo pocas), aunque quien diga que, al menos, son cosas que de verdad son importantes. Bueno (fue la palabra del post, parece), supongo que eso es todo por hoy, aunque, obvio, no sin antes mencionar la trágica muerte de Chris Benoit, luchador canadiense muy famoso entre los que ven la lucha libre con algo de regularidad, que se suicidó el pasado fin de semana, eliminado consigo también a su señora e hijo (eliminar suena feo, pero no se me ocurre otra palabra ahora), una enorme pérdida para sus seres queridos y la lucha en general, que descanse en paz.